En estas líneas quiero hablar de Morfeo.

 

Pero no del Morfeo de Matrix.

 

Ya sabes, el de la pastillita roja o azul.

 

¡¡¡Pedazo de película!!!

 

Sino de Morfeo relacionado con el sueño y con la falta de éste.

 

 

 

 

Veréis.

 

Estoy con un libro que se llama “El valor de la atención” y en él, entre otras cosas habla del sueño, de lo poco que dormimos y de cómo eso afecta al cuerpo y al cerebro.

 

La verdad es que hasta que no había leído las líneas de ese libro no había caído en la cuenta de una cosa…

 

En lo gilipollas que es esta sociedad.

 

Somos unos peleles. Vivimos en una sociedad en la que se da valor a cosas que no la tienen y se quita importancia a cosas que son imprescindibles y que, sin embargo, demonizamos.

 

 

 

Centrémonos.

 

 

 

¿Qué tiene que ver esto con el sueño?

 

Pues que se premia aquellas actitudes que consisten en dormir lo menos posible, vamos presumiendo de las pocas horas que dormimos y de lo currantes que somos.

 

 

-Es que yo con -3 horas al día durmiendo, tengo más que suficiente.

 

 

 

Si, claro, pregúntaselo a tu cerebro ya verás lo que opina.

 

Es como cuando se juntan dos personas mayores que tienen ya sus achaques.

 

Parece una competición a ver quién está peor.

 

-El otro día tuve que ir al médico porque tengo los análisis fatal, tengo la mesilla que parece la ruta del bacalao, toda llena de pastillas.

 

-Eso no es nada, a mí me duele la cabeza, las rodillas, las caderas.

 

-Pues a mí me duele más.

 

-No, a mi más.

 

-A mí hasta el infinito.

 

Y más allá.

 

 

 

¿Pero no sería mejor, presumir de quien está mejor?

 

Pues no, se presume de a ver quién está peor.

 

En el fondo es ver quién da más pena para llamar más la atención (pero eso es tema para otro pensamiento metafísico).

 

 

 

Sigo…

 

Pues con el sueño pasa lo mismo.

 

Parece que se identifica dormir menos con ser un currante.

 

O dicho de otra forma, parece que si duermes 7 horas eres un vago.

 

Vaya chorrada, de verdad, pero VAYA CHORRADA!!!

 

 

 

Creo que todos estamos de acuerdo en que el sueño es necesario.

 

Imagina que cada noche agarras tu móvil y le pones a cargar pero en vez de hacerlo para que cargue al 100% lo haces para que cargue al 50%.

 

Pues no, lo cargas al 100 porque necesitas que duré todo el día siguiente.

 

Y si no lo haces, al mediodía del día siguiente, el móvil está frito, sin fuerzas, sin batería.

 

Y sin embargo, es lo que hacemos con nuestro cerebro y nuestro cuerpo, nos quitamos horas de sueño y, claro, al día siguiente nos pasamos la mitad como zombies.

 

Y encima vamos presumiendo de que sólo dormimos 5 horas.

 

Creo que hemos tomado ya la estupidez como un hábito.

 

Y como los hábitos se acaban haciendo de forma inconsciente, nos hemos vuelto inconscientes estúpidos.

 

Einstein decía que la estupidez humana no tiene límites.

 

Y yo añado…

 

Y es inconsciente.

 

 

Exprime el día.

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