¿QUIÉN ES ESE TÍO SENTADO A TU LADO EN EL JUICIO QUE NO HA ABIERTO LA BOCA?

 

 

 

Seguro que algún cliente te ha hecho esta pregunta alguna vez.

 

Y, si no te la ha hecho, es que no llevas el suficiente tiempo ejerciendo. Te la harán. Tranquilo.

 

No nos engañemos, para los clientes, los procuradores somos invisibles.

 

 

 

-No, no, es mentira, eres un amargado, somos imprescindibles, somos necesarios para el buen funcionamiento de la administración de justicia y del procedimiento y bla, bla, bla.

 

 

Bien.

 

Te diré ya que NO me lo preguntas, que eso son bobadas.

 

Somos imprescindibles porque la ley dice que somos imprescindibles.

 

No lo somos.

 

 

Somos obligatorios.

 

 

No hay más.

 

Punto.

 

Si esto que digo lo leyeran ahora mismo todos los procuradores, se me tirarían a la yugular.

 

Mi yugular quedaría destrozada.

 

Pero eso no cambia las cosas.

 

 

 

Y pensarás con esto que me he vuelto loco, que no hay nadie al volante en mi cerebro.

 

Si.

 

Si lo hay.

 

Pero no voy tan “sobrao” por la vida como para pensar que el mundo gira gracias a mí.

 

Que soy Tony Stark intentando evitar que Thanos chasquee sus dedos.

 

Prefiero ir así que ir de presuntuoso haciendo ver a los demás que mi trabajo es imprescindible y que, sin él, la humanidad terminaría como en Matrix.

 

 

 

Lo vas a ver más claro con esto que te cuento a continuación.

 

 

 

Un meteorito va directo a nosotros.

 

Mide 10 Km.

 

Va a 137.000 km /h.

 

Directo a nuestro planeta.

 

Nuestro ÚNICO planeta.

 

Los que deben decidir qué hacer preparan lugares donde meter a los elegidos y garantizar que, al menos, parte de nosotros no acabemos…

 

…Volatilizados.

 

…Ahogados.

 

…Asfixiados.

 

…”Moridos”.

 

 

 

-Veamos- dice uno de los mandamases.

 

-Necesitamos.

 

-Médicos.

 

-Ingenieros.

 

-Arquitectos.

 

-Psicólogos.

 

-Abogados.

 

-Humoristas.

 

-Fontaneros, electricistas…

 

-Procuradores.

 

De repente hay un silencio, se miran los unos a los otros y uno de ellos dice…

 

-¿Procuradores…?, ¿te has fumado algo?, ¿para qué queremos un procurador?

 

El que lo ha propuesto se queda callado durante unos 5 segundos, meditativo, con la mirada perdida y con cara muy seria le mira al otro y le dice:

 

-Cierto.

 

-Quítalos.

 

-Y antes de que alguien los mencione, quita a los políticos también.

 

 

 

Somos obligatorios.

 

 

Pero eso no quiere decir que no podamos ser útiles.

 

 

Para un procedimiento judicial, sí

 

Para el fin de mundo, no.

 

Si uno hace bien su trabajo, por supuesto.

 

Uno bueno…

 

…Te recuerda lo importante.

 

…Te presenta lo importante.

 

…Te resuelve lo importante.

 

…Te ahorra tiempo.

 

Mucho.

 

 

Tener procurador no significa que te puedas olvidar de apuntar los señalamientos o los vencimientos.

 

Yo al menos lo haría si fuera abogado.

 

Pero, si además de eso, tienes a un tío detrás que sabes que cuando se acerque un juicio o un vencimiento, te lo va a recordar…

 

…Da tranquilidad.

 

 

-Vale, se me puede pasar pero, si ocurre, este tío me lo va a recordar.

 

 

Porque el tiempo no os sobra.

 

En eso sois admirables porque yo veo una demanda de 80 folios y prefiero tener que contener la respiración 10 minutos.

 

 

¿Qué esto lo podría hacer un administrativo, Outlook o la dichosa IA?

 

Si.

 

Pero, de momento, sólo nosotros podemos.

 

Porque la ley dice que tenemos el monopolio.

 

Qué esto suena mal…

 

También.

 

Pero los políticos tienen el monopolio de la estupidez y nadie dice nada.

 

Y, además, un administrativo, Outlook o la IA no se han chupado unos cuantos años estudiando leyes.

 

 

 

PD: No me lío más.

 

Si quieres trabajar conmigo, en este microuniverso que es esta web, creo que mi e-mail y mi teléfono están aquí abajo en un gran y enorme rectángulo rojo.

 

 

PD2: Si eres daltónico, también tienes el e-mail y el teléfono en el capítulo 4.

 

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